viernes, 8 de marzo de 2013

Distrito animal: UNA HABITACIÓN CON VISTAS.


Una cría de canguro asoma sus curiosos ojos a través de la ventana de la vida que le ofrece la bolsa de su madre.

El galanteo ha durado unas pocas horas o tal vez puede haberse prolongado 2 ó 3 días, ya que existe una gran variedad de diferencias en función de la especie. El macho sigue a la hembra que está en celo, husmeando con frecuencia la abertura de la bolsa urogenital y tocando la cola de la hembra con la pata. El ualabi macho hace característicos movimientos laterales y sinuosos con la cola, que producen chasquidos. El apareamiento puede ser breve o durar más de una hora, como en el caso del canguro gris.

En la naturaleza, la cría nace con poco más de 2,5 cm de longitud, dependiendo de la especie, con tan solo las patas delanteras, la nariz y la lengua bien desarrolladas. Debe usar sus miembros anteriores para subir por la piel de la madre e introducirse en su bolsa en cuanto nace. Allí se adhiere con furia a una de las cuatro mamas, que reacciona hinchándose, y casi se fusiona con la boca de la cría hasta que está suficientemente desarrollada.

El periodo de gestación completo solo ha durado de treinta a cuarenta días. A diferencia de los animales placentarios, que alimentan a sus crías subdesarrolladas en el útero y son expulsadas en esa abrupta separación de la madre durante el nacimiento, los marsupiales paren de manera prematura y nutren a sus crías dentro de una bolsa que les cubre las mamas, el marsupio.

En la oscura calidez de la bolsa materna, la cría mama a placer y la madre la limpia y la mantiene a salvo durante unos 8 meses, tiempo durante el cual los pequeños canguros permanecen el la bolsa.  Sin embargo regresarán a ella para mamar alrededor de seis meses más, en ese tiempo ya habrá nacido otra cría. Los jóvenes suelen relacionarse con sus madres hasta que alcanzan la madurez sexual, a los dos o tres años de edad. Normalmente nace una sola cría, pero se han dado casos de nacimiento de gemelos


Los generosos cuidados maternos de las mujeres aborígenes imitan las prácticas maternales del canguro. Sus hijos disfrutan de un contacto casi constante con el cuerpo de su madre y los amamantan cada vez que lo solicitan durante 3-5 años. Las mujeres aseguran que lo aprendieron en EL SUEÑO DE LOS CANGUROS, el ámbito interpersonal que infunde sus vidas colectivas y las vincula a sus antepasados.

El término CANGURO es el nombre común que se utiliza para designar a las especies de mayor tamaño, tal y como Ualabí se usa para denominar a las de menor tamaño.

La palabra CANGURO deriva de GANGURU, una palabra del Guugu Yimidhirr (una lengua aborigen australiana), que se refería al canguro gris. Aunque existe una leyenda que afirma que en realidad el nombre CANGURO habría surgido al preguntar los occidentales el nombre de aquel animal y ser "KAN GHU RU" lo que respondían aquellos aborígenes. Sin embargo lo que significaba aquello no era el nombre de este  animal sino la frase "NO LO ENTIENDO". De cualquier modo, el nombre fue escrito por primera vez en su versión inglesa (kangaroo) por el Teniente James Cook, el 4 de agosto de 1770.

Extraído de El libro de los símbolos y Wikipedia.

"Así cuando la tierra, tras aquel diluvio, aún fangosa, absorbió el calor, sintiendo el cálido fuego de la luz del sol, CONCIBIÓ..."
Ovidio (Metamorfosis).

Fotografía: Ualabí. National geographic.
Fotografía: Aborígenes. Wikipedia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario